Marcelo Cayetano manejó con éxito los textos elaborados por él mismo pero con el apoyo de Franco Rocha, Javier Urreta poniendo en escena un espectáculo que desnudó las relaciones humanas de esa forma tan especial como lo hace la murga: con desfachatez, con humor, con la acidez de una murga que llegó desde Salto y que tiene muchos años de tablados, nacida en 1991, ¡vaya si habrá vivido historias!. Su propuesta hizo mención a “El amor en los tiempos del colesterol”.
Se corrió el telón y aparecieron ellos con sus voces vibrantes, parejas, claras, saludando a este nuevo carnaval donde renacen los locos que sueñan con un mundo diferente que pintan desde el tablado.
Invierten para salir, ensayan para subir, y salen a ventilar disfrazados de cantor los hechos que marcan nuestra sociedad desde una única versión…la de ellos, la de la murga.
En el popurrí el personaje central pasa revista a las diferentes etapas de la vida en pareja con ese toque tan particular: el paso del tiempo, monstruo implacable desde todo punto de vista.
La política disfrazada de mil maneras, las distintas etapas del país a través de la fuerza de izquierda, blanca y colorada. Las noticias policiales, el robo de ganado, Rodrigo Romano fueron temas recurrentes, así como el gobierno de Bolsonaro, Trump y Maduro.
El otro cuplé tuvo que ver con el conflicto de la pareja para mostrar al uruguayo disconforme con el actual gobierno al que invitan a que se vaya-de sus fila- pero que termina reflexionando que está bueno quedarse y dialogar para encontrar una salida.
El cuplé de los celos en la pareja para hablar sobre la inseguridad estuvo acertado así como con un toque de humor hizo mención a los consejos para no ser víctima de los chorros narrado desde la mirada del murguero.
La figura del trepador no faltó en el penúltimo cuplé, el chupamedias, tan habitual en estos tiempos, ese que aspira a un puesto pisando al otro, agazapado en lo más oscuro de su ambición al decir del murguero fue festejado por el público seguido por el del no practicante que se beneficia con lo que hacen los demás.
Una reflexión sobre lo que se tiene y como se logró antecedió a una retirada vibrante que muestra que cada uno desde su lugar puede comenzar a producir el cambio.
Coro parejo, dúos y tríos muy dignos, claridad en el mensaje hace que esta murga sea una de las favoritas del público hasta el momento.
Los arreglos corales pertenecen a Claudio Álvarez y Enzo Rudine. Os textos responsabilidad de Franco Rocha, Javiera Urreta y Marcelo Cayetano. Maquillaje de Guillermo Machado, Joan Arruguetti y Agustina Correa.